En las empresas avanzadas la promoción de la salud y el bienestar en el trabajo son tareas urgentes que abordan con un doble objetivo: tener trabajadores más sanos y mejorar su competitividad. Si te consideras en ese grupo, en este post te vamos a dar algunos consejos prácticos para que puedas implantar una cultura de empresa saludable.
Hasta hace unos años, algunas empresas todavía entendían que respetando la normativa en prevención de riesgos laborales cumplían con su responsabilidad a la hora de generar entornos de trabajo más seguros y saudables. Hoy, ya nadie duda que los trabajadores saludables son tres veces más productivos que los no saludables, y tienen menos absentismo. Así pues, el bienestar en el trabajo se posiciona como un arma fundamental en la guerra por el talento y la competitividad.
Definitivamente, el bienestar en el puesto de trabajo es una buena estrategia empresarial. Pero muchos empresarios nos preguntan cómo abordar políticas de wellbeing activo que den resultados a medio plazo. No se trata de una tarea fácil, porque hay múltiples factores que afectan a la salud y las posibilidades de incidir en ellos no es infinita. No obstante, partiendo de nuestra experiencia, a continuación encontraréis algunos de los secretos para conseguir que tu empresa alcance la categoría de empresa saludable.
1.- Interésate por el estado de salud de tus trabajadores y trata de sistematizar su análisis. Empieza elaborando un estudio demográfico de tu plantilla (edad, género, antiguedad, etc). Revisa el estudio el estudio de su patologías más frecuentes en función de las enfermedades que son más prevalentes. Con él sabrás de que enferman más tus trabajadores y tendrás una base para empezar a trabajar. Otros informes a tener en cuenta son el estudio epidemiológico (información agregada de los resultados de los exámenes de salud realizados a tus trabajadores) y el estudio de riesgos psicosociales (análisis que deberías tener cada cierto tiempo).
Complementariamente, o si tu empresa es muy pequeña y no te quieres líar demasiado, utiliza una fórmula muy sencilla: realiza una encuesta anónima sobre aquellos aspectos de salud sobre los que cada trabajador estaría interesado en mejorar.
2.- Diseña e implanta campañas de promoción de la salud orientadas a la reducción de las patologías más frecuentes por colectivos y de las que se podrán beneficiar el mayor número de trabajadores. Piensa que las campañas deben estar orientadas a las necesidades de tus trabajadores, en función de los estudios que hayas analízado. A continuación te proponemos algunas pautas con tres ejemplos muy frecuentes:
a) Patologías musculo-esqueléticas. Todavía hoy las relacionadas con las lumbalgias son las más frecuentes. Para prevenirlas es muy aconsejable abordar de forma activa aspectos posturales o de manipulación de cargas, según el sector en el que te manejes. Existen contenidos formativos y folletos informativos de entidades de prestigio en internet que, con muy poco esfuerzo, puedes adaptar a tu empresa.
b) Patologías cardio-vasculares: El sedentarismo es una auténtica plaga de nuestro siglo y algunas investigaciones han identificado el puesto de trabajo como uno de los principales ambientes donde se produce el comportamiento sedentario (allí estamos un promedio de cinco horas y cuarenta y un minutos sentados). Para el correcto abordaje de las enfermedades cardio-vasculares asociadas debes conocer los niveles de sobre-peso en función del Índice de Masa Corporal (IMC) de tu plantilla. Si tienes puestos de trabajo sedentarios y una plantilla con sobre-peso, debes ponerte a trabajar de forma urgente. A continuación te ponemos como ejemplo dos tipos de campañas:
- Fomento del deporte: Puedes poner carteles para que la gente utilice las escaleras, fomentar que tus trabajadores utilicen la bicicleta para venir al trabajo (espacio para dejarlas, duchas en vestuarios,…), organizar competiciones deportivas con otras empresas o inscribirte en algunas de las APP de salud que ofrecen paquetes corporativos.
- Alimentación saludable. Para empezar, debes eliminar la comida no saludable de tus oficinas (sobre todo si tienes máquinas de vending). Pero también es conveniente que publiques pautas para comer más sano con recetas saludables e, incluso, concursos entre empleados.
c) Patologías psicológicas: Aunque no son las más numerosas si que son las de las que mayor duración (por detrás de las oncológicas) porque es difícil para los facultativos determinar cuando la persona ha sanado. Algunas de estas pueden tener una causa en el ámbito del trabajo.
3.- Fomenta la comunicación en la materia. En ella han de estar implicados directivos, mandos intermedios, sindicatos y grupos de trabajadores con problemáticas similares. Desde luego que las directrices de la Alta Dirección o de la propiedad son fundamentales, pero muchas veces olvidamos que los mandos intermedios son la verdadera correa de transmisión de las políticas. Muchas empresas grandes y no tan grandes nos piden que les ayudemos a convencer a sus mandos de la necesidad de sumarse al wellbeing. Adicionalmente, este tipo de políticas fomentan el employer branding o marca de empleador, algo que es muy importante en la batalla por el talento. Al respecto existen fórmulas para ganar reputación al respecto, como optar a una certificación de un tercero.Y no olvides crear un cuadro de mando que pueda monitorizar el grado de avance en la materia.
4.- Diseña los espacio de trabajo teniendo en cuenta aspectos relacionados con el fomento de la salud de los trabajadores. que faciliten el movimiento y la interacción entre los miembros del equipo. El concepto de oficina abierta no es nuevo pero es necesario si se quiere implantar la colaboración en los equipos de trabajo. Ten en cuenta que las paredes de las oficinas están cayendo y las jerarquías se vuelven más planas en todos los negocios. Esto no es una moda pasajera sino el camino adecuado para conseguir empleados más colaborativos. Los servicios de valor añadido para el empleado aumentan su compromiso. Por lo tanto, salas privadas, cabinas telefónicas, áreas de descanso o de trabajo colaborativo, coffe corners, etc, promueven que las empresas puedan considerarse como una unidad social. Puedes aprender más de todo ellos leyendo el informe de Steelcase “El compromiso y el espacio de trabajo global” o el de la consultora Deloitte “The Digital Workplace”.
Implantar políticas de bienestar del trabajo es una buena estrategia de negocios que reduce el absentismo y aumenta la productividad. Cada vez hay más convencidos de ello. Por ejemplo, el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene de España ha cambiado su denominación para pasar a ser el Instituto Nacional de Seguridad, Salud y Bienestar en el Trabajo. El Real Decreto 703/2017, de 7 de julio, que regula dicho cambio de denominación establece que el mismo se hace con el fin de ‘adaptarla a la demanda de una sociedad cada vez más sensibilizada y exigente con la seguridad y salud en el trabajo como parte fundamental del bienestra social’
Por otro lado, las mutuas colaboradoras de la Seguridad Social tienen una dilatada experiencia en aconsejar a las empresas españolas sobre prevención. Puedes aprender más de ello vistando el microsite de Asepeyo, a propósito de la gestión del absentismo.
¡Bienvenidos a la cultura del wellbeing en el entorno laboral!