Innovando al ritmo de los tiempos

Vivimos en un mundo frenético. Un día estás arriba y al siguiente, bueno, no tanto. ¿El antídoto para no quedarte atrás? Innovación. Pero no hablo de esas lluvias de ideas que terminan en un cajón olvidado. Me refiero a una innovación práctica, rápida, colaborativa y que se adapta al ritmo de tus zapateos -o los de tu empresa. Sumérgete conmigo en el fascinante mundo de las herramientas ágiles: Scrum, Kanvas y Design Thinking.

Si aún no estás convencido, ten en cuenta que, según el Project Management Institute («Pulse of the Profession»)., las empresas que combinan prácticas ágiles con una sólida gestión de proyectos tienen un 71% más de éxito en sus proyectos.

1. Scrum: Cuando el trabajo se convierte en aventura

¿Alguna vez has jugado a pasarte una pelota tan rápido que ni puedes pestañear? Eso es Scrum. Una forma dinámica y divertida de trabajar que convierte los proyectos en aventuras donde todos colaboran, se adaptan y entregan resultados antes de que puedas decir: «¡Eso fue rápido!»

Scrum es una metodología ágil diseñada para gestionar y planificar proyectos, principalmente (pero no exclusivamente) de desarrollo de software. Se basa en ciclos de trabajo cortos y definidos llamados «sprints», que típicamente duran entre dos y cuatro semanas. Durante un sprint, se trabaja en una lista priorizada de características o tareas, denominada «backlog», para alcanzar objetivos concretos.

Los componentes clave de Scrum son:

Roles en Scrum:

Son las funciones que desempeñan las personas en un equipo de desarrollo ágil. Los tres roles principales :

  • Product Owner: Es el responsable de definir las características del producto y priorizar el trabajo en base al valor que aportará al negocio o al cliente final.
  • Scrum Master: Es el facilitador del equipo, asegurándose de que el equipo siga los principios de Scrum y elimine los obstáculos que puedan surgir.
  • Equipo de Desarrollo: Son quienes llevan a cabo el trabajo. Son autogestionados y multifuncionales.
Eventos en Scrum:

Son momentos específicos en el tiempo que se utilizan para planificar, inspeccionar y adaptar el trabajo. Los eventos principales en Scrum son:

  • Sprint: Ciclo de trabajo donde se desarrollan las tareas.
  • Reunión de Planificación del Sprint: Se decide qué trabajo se llevará a cabo en el siguiente sprint.
  • Reunión Diaria o Daily Stand-up: El equipo revisa rápidamente el progreso y discute posibles obstáculos.
  • Revisión del Sprint: Al final del sprint, el equipo muestra lo que ha completado.
  • Retrospectiva del Sprint: El equipo analiza cómo fue el sprint y busca formas de mejorar.
Artefactos en Scrum:

Son documentos o elementos que se utilizan para gestionar y comunicar información sobre el proyecto. Los artefactos principales en Scrum son

  • Product Backlog: Lista de tareas y características priorizadas.
  • Sprint Backlog: Conjunto de tareas seleccionadas del Product Backlog para el sprint actual.
  • Incremento: El trabajo completado durante el sprint que está listo para ser entregado.
¿Cuándo te conviene aplicar la metodología Scrum?

Scrum es especialmente útil cuando:

  • El proyecto tiene requisitos que pueden cambiar o no están completamente definidos desde el inicio.
  • Se busca entregar valor rápidamente y recibir feedback de los usuarios o stakeholders.
  • El trabajo es complejo y es difícil prever problemas o desafíos que puedan surgir.
  • Se desea fomentar la colaboración y comunicación constante dentro del equipo.
  • Se necesita adaptabilidad y rapidez en la respuesta ante cambios o imprevistos.

Aunque Scrum se originó en el desarrollo de software, sus principios y estructura se han aplicado en muchos otros campos, desde el marketing hasta la organización de eventos, demostrando ser una metodología versátil y efectiva en diversos contextos.

Desde un punto de vista práctico, la gente de Spotify no solo escucha buena música, también danzan al ritmo de Scrum. Usando «escuadras» han logrado que sus equipos vibren al unísono, lanzando actualizaciones que nos mantienen moviendo los pies.

Si quieres aprender más puedes leer «Scrum: The Art of Doing Twice the Work in Half the Time» de Jeff Sutherland. Jeff Sutherland es uno de los creadores originales de Scrum, por lo que el libro viene directamente de una de las fuentes primarias.

2. Canvas: Tu lienzo de posibilidades

Piensa en un lienzo blanco. Da un poco de miedo, ¿verdad? Pero con las herramientas Canvas, ese lienzo se convierte en un mapa visual lleno de oportunidades, retos y soluciones.

«Business Model Canvas» (BMC), que es una herramienta estratégica que permite visualizar, diseñar y replantear modelos de negocio. De hecho, el Business Model Canvas es una plantilla gráfica que representa los componentes principales de un negocio o proyecto en una sola página. Fue introducido por Alexander Osterwalder y Yves Pigneur en su libro «Business Model Generation».

Componentes del Business Model Canvas:
  • Segmentos de Clientes: Define a quién sirve tu negocio.
  • Propuesta de Valor: Descripción del valor único que ofreces a tus clientes.
  • Canales: Cómo entregas tu propuesta de valor a tus clientes.
  • Relaciones con Clientes: Cómo te relacionas con cada segmento de cliente.
  • Fuentes de Ingresos: De dónde proviene el dinero.
  • Recursos Clave: Los activos necesarios para hacer funcionar tu negocio.
  • Actividades Clave: Las principales cosas que debe hacer tu empresa.
  • Alianzas Clave: Otras empresas u organizaciones que te ayudan a operar.
  • Estructura de Costos: Los principales gastos y costos de tu negocio.
¿Cuándo puedes aplicar el Business Model Canvas?

Es especialmente útil cuando:

  • Estás iniciando un negocio o proyecto y necesitas una visión clara de tu modelo.
  • Replanteas o innovas en un modelo de negocio existente.
  • Buscas una comunicación clara con stakeholders, inversores o tu equipo sobre cómo funciona tu negocio.
  • Quieres comparar diferentes modelos de negocio o estrategias en una serie de proyectos.
  • Realizas talleres de estrategia o innovación con tu equipo.

Es una herramienta versátil que facilita la comprensión y discusión sobre modelos de negocio en una variedad de contextos, desde startups hasta grandes corporaciones y desde negocios comerciales hasta organizaciones sin fines de lucro.

Los chicos de Airbnb, entre una y otra reservación, tomaron su Business Model Canvas y trazaron un camino que los llevó de ser casi desconocidos a los reyes del alojamiento.

3. Design Thinking: Poniéndonos en los zapatos de tus grupos de interés.

El Design Thinking es esa voz interior que te dice: «Espera, ¿cómo se siente la persona del otro lado?» Es empatía, es creatividad, es solución. Es poner al ser humano en el centro.

Como sabrás, Design Thinking es una metodología centrada en el ser humano para la resolución creativa de problemas. Combina la empatía por el usuario, la creatividad en la generación de soluciones y el racionalismo para analizar y adaptar soluciones a un contexto específico. Esta metodología es iterativa y se basa en entender las necesidades reales de los usuarios, definir el problema, idear soluciones posibles, prototipar esas soluciones y testearlas.

Etapas del Design Thinking:
  • Empatizar: Investigar y comprender las emociones y necesidades de los usuarios. Esto implica observación directa, entrevistas y otras técnicas de inmersión.
  • Definir: Con la información recopilada, se define el problema real que necesita ser resuelto. Es un enunciado claro y centrado en el usuario.
  • Idear: Se generan una amplia variedad de ideas y soluciones para el problema definido. Es un espacio para pensar «fuera de la caja».
  • Prototipar: Se crean versiones a pequeña escala de las soluciones ideadas para entender las soluciones y mejorarlas.
  • Testear: Se ponen a prueba los prototipos con usuarios reales para recibir feedback y adaptar las soluciones.
¿Cuándo puedes aplicar Design Thinking?

El Design Thinking es útil en diversas situaciones, tales como:

  • Desarrollo de Productos: Diseñar productos o servicios que satisfagan necesidades reales de los usuarios.
  • Mejora de Experiencias: Optimizar la experiencia de usuario en puntos de contacto con un servicio o producto.
  • Solución de Problemas Complejos: Enfrentar retos que no tienen una solución clara o definida.
  • Innovación en Modelos de Negocio: Repensar cómo se crea y entrega valor a los clientes.
  • Desafíos Sociales: Diseñar soluciones para problemas comunitarios o globales, como salud, educación o medio ambiente.
  • Estrategia y Visión Organizacional: Definir la dirección y propósito de una organización.

El Design Thinking es especialmente valioso en contextos donde las soluciones tradicionales no han funcionado, donde se busca una perspectiva fresca, o donde el problema es complejo y multifacético. Por su naturaleza centrada en el ser humano, es una herramienta que se puede aplicar en prácticamente cualquier campo o industria.

Si quieres aprender más puedes leer «Change by Design» de Tim Brown. La biblia del Design Thinking.

En Samsung, por ejemplo, decidieron escuchar esa voz interior y, usando Design Thinking, crearon gadgets que parecieran sacados de nuestros sueños.

¿Te animas a probar? 

La Harvard Business Review («Agile at Scale¨) dice que si te vuelves ágil, no solo serás el más cool innovando, sino que tus clientes te adorarán más y, sí, también verás más verdecito en las ganancias.

Para finalizar, recuerda que innovar no es solo una tarea, es una aventura. Así que calza tus zapatillas más cómodas, abre tu mente y lánzate al emocionante mundo de la innovación ágil. ¡Te aseguro que no te arrepentirás!

Ricardo Alfaro