En la 4ª Revolución Industrial la velocidad de los cambios es exponencial. En este contexto, de acuerdo con el informe “The Future of Jobs” del World Economic Forum 2016, en muchas industrias y países, las ocupaciones o especialidades más demandadas no existían 10 o incluso hace cinco años, y el ritmo del cambio tiende a acelerarse. Ahora, estamos viendo desarrollos en tecnología (genética, inteligencia artificial, robótica, nanotecnología, impresión 3D y biotecnología) que hace unos años parecían imposibles.

Esta nueva realidad afectará radicalmente a nuestras profesiones y si deseas emprender proyectos empresariales, debes tener en cuenta un conjunto de habilidades emergentes:

  • Escucha activa: En la época de la hiper-comunicación es fundamental permanecer atento a los mensajes del entorno. Generalmente el emprendedor excelente es aquel que entiende que escuchar es más importante que hacerse escuchar.
  • Espíritu innovador: Ser “el mejor” es un concepto subjetivo, ser “el primero” es un concepto objetivo. La agilidad ha llegado a los negocios para quedarse (y para acelerarse) de modo que tendrá más oportunidades el emprendedor que se mantenga abierto a innovar en cada faceta de su vida, que entienda que las oportunidades “se crean”, no “existen”.
  • Planificación estratégica: Las nuevas tecnologías y el uso intensivo de las redes sociales han menoscabado la capacidad de planificar de las nuevas generaciones. Pero en el ámbito de los negocios mantener espacios personales para la planificación mejora las habilidades de improvisación y, sobre todo, previene dificultades futuras. Y en ese proceso mantener un método es crucial.
  • Impacto e influencia: En el mundo actual, las empresas, sus productos y sus servicios se difunden mediante impactos emocionales. Así, sea cual sea su negocio, el emprendedor que sea capaz de persuadir desde las emociones tendrá una ventaja competitiva clara respecto de la competencia.
  • Networking: El concepto de comunidad está invadiendo el management. El individualismo funcional está en total decadencia porque la era del conocimiento requiere de profesionales que sepan conectar, compartir y colaborar con otros profesionales para crecer juntos y trasladar ese crecimiento a sus proyectos. Recuerda que compartir conocimiento no es perder parcelas de poder sino ganar experiencias para crecer y evolucionar.
  • Sostenibilidad: Tiene que ver con el largo plazo, algo complicado porque vivimos en la época de lo efímero. Pero el emprendedor debe tener un norte (que su proyecto perdure en el tiempo) y para ello debe aprender a tener en cuenta cuán sostenible es su proyecto.

Estas son algunas reflexiones que pueden hacer aquellas personas que quieren desarrollar proyectos de emprendimiento (o intra-emprendimiento) para alcanzar un éxito sostenible en el tiempo.