Cinco consejos para liderar equipos remotos

Los grandes líderes no son responsables del trabajo, son responsables de las personas que son responsables del trabajo.

Conviértete en el líder que a ti te gustaría tener.

Liderar un equipo no es una tarea fácil. Muchas personas sufren a diario a líderes que no logran que sus equipos funcionen. ¿Por qué sucede? Tiene que ver con la manera como se gestiona el desarrollo profesional en las organizaciones. 

Cuando eres junior tu responsabilidad principal es hacer bien tu trabajo. Te pagan y te valoran por lo bien que lo haces. Y tu empresa invierte mucho en tu formación, precisamente para que lo hagas todavía mejor. Con el tiempo alguien te propone para promocionar a un puesto en el que pasas a ser responsable de personas que hacen el trabajo que hasta entonces hacías tú.  Pero nadie te ha enseñado cómo se hace eso. Te conviertes en jefe, pero todavía no eres un líder. No has hecho la transición y tiendes a involucrarte en aquello en lo que te sientes fuerte, que no es otra cosa que lo que te ha hecho promocionar. Y justo en ese momento empiezas a practicar el micromanagement. A muchos directores de RRHH les debe resultar familiar este guión...

El desafío más importante para llegar a ser un buen líder es empezar a asumir que ya no eres responsable del trabajo, ahora eres responsable de las personas que son responsables del trabajo. El foco debes ponerlo en cuidar a los que están a tu cargo. Es una transición que puede tomar más o menos tiempo. Algunos no llegan a hacerla nunca, y caen irremediablemente en el conocido como Principio de Peter. 

Hasta aquí las dificultades de asumir el rol de líder. Pero si los equipos no comparten espacios físicos las posibilidades cuantitativas de mantener un contacto con ellos se reduce. Y la dificultad se acrecienta. 

A continuación te voy a dar algunos consejos, desde mi experiencia, para conseguir liderar equipos de alto rendimiento, en remoto:

PRIMERO.- Transmite el propósito del equipo y clarifica sus objetivos .

Muchos líderes son muy buenos transmitiendo a sus equipos lo que deben hacer y cómo lo deben hacer. Se trata de asignar tareas y seguir los procedimientos establecidos. Es algo lógico, pero si te quedas en esa parte de la gestión de tu responsabilidad como líder, muy difícilmente conseguirás que tu equipo conecte con algo mayor. Algo que trascienda a su día a día. Una de las responsabilidades más importantes es que, como líder, expliques muy bien cuál es el propósito de tu equipo y de cada una de las personas que lo conforman. Cuando hablo de propósito me refiero a la respuesta a una sola pregunta: ¿Para qué hacemos lo que hacemos? 

Por consiguiente, empieza compartiendo con tu equipo el propósito de lo que hacéis y deja para más adelante el detalle de los procedimientos y tareas. Si lo haces así conseguirás mayores niveles de ‘engagement'. Pasarás de conectar con su cerebro límbico en lugar de hacerlo con su neocortex. Pasarás a conectar con su lado emocional en lugar de hacerlo con su lado racional. Si tu crees en ese propósito (porque tiene sentido para ti), probablemente tu equipo creerá en lo que tu crees.

Una vez comunicado el propósito, asegúrate de establecer metas muy claras que todos comprendan en la etapa inicial. Una característica esencial de los equipos remotos o híbridos es que los niveles de supervisión decaen con el tiempo, por lo que es importante que comprendan el objetivo al principio del camino. Tu pon la gasolina, y deja que ellos conduzcan...

SEGUNDO.- Construye confianza interpersonal. 

La confianza es la base de toda gestión de equipos, y los entornos de trabajo híbridos hacen que debas construirla aportando un extra de proactividad. Necesitas que la gente mantenga conexiones personales en la distancia, la base para mantener la confianza. Sin conexión personal no hay confianza. La distancia entre las personas no ayuda a que conecten. Tú debes servir como catalizador de esas conexiones. Conviértete en las sinapsis de esas neuronas que son los integrantes de tu equipo.

Necesitarás ejercitar tu liderazgo de forma que la gente se sienta segura para levantar la mano y reconocer cuando cometen un error. O se sienta confiada para comentarte que tienen un problema en casa y que está afectando su trabajo. O que necesitan más formación para una nueva responsabilidad, de la que no tienen suficiente conocimiento.  Si no construyes equipos de confianza, puedes acabar teniendo a tu cargo un grupo de personas que se presentan a trabajar todos los días mintiendo, escondiendo y fingiendo. Ocultarán los errores por miedo a meterse en problemas. No admitirán que no saben lo que están haciendo por miedo a ser humillados. Recuerda: La pregunta más importante que puedes hacerte como líder no es si confías en tu equipo, sino si tu equipo confía en ti.

TERCERO.- Comunica con previsibilidad

Los equipos remotos mal gestionados tienden a tener patrones de comunicación impredecibles. A menudo, solo una o dos personas representan la mayor parte de las comunicaciones. El resto permanece agazapado, a la espera de noticias. En los equipos bien gestionados, las comunicaciones son regulares y predecibles. Es una norma que debes tener muy en cuenta, porque, repito una vez más, la distancia dificulta la comunicación espontánea. Esto no quiere decir que sea más difícil comunicarse en este tipo de entornos. Simplemente debe planificarse, y el líder es el principal responsable de esa planificación. No es demasiado difícil planificar una agenda de reuniones a seis meses vista, y respetarla. ¡Hazlo!

Otra causa de esa necesaria predictibilidad es que los miembros de los equipos han de ser conscientes de que todos han de saber cuándo estar accesibles y cuando inaccesibles. Fomenta la desconexión digital y cerciórate de que nadie se pregunte por qué alguien no había respondido a un mensaje.

CUARTO.- Desarrolla en base a fortalezas, no a debilidades. 

Solo piensa en cómo funciona normalmente la evaluación del desempeño: Se identifican las brechas entre los comportamientos ideales y los reales, y se retroalimenta cada cierto tiempo. Gracias a la retroalimentación, el empleado obtiene una idea de dónde está fallando y luego comienza a pensar en hacer mejoras. Es cierto que la retroalimentación a veces cubre puntos fuertes, pero ninguno de nosotros escapa al sesgo negativo, o la inquietud por la información, los pensamientos, las emociones y las experiencias negativas tienden a dejarnos una impresión más duradera. Pero lo cierto es que casi siempre mejoramos más rápido aquellas áreas en las que somos fuertes que en las que somos débiles. 

No conviertas a tu equipo en un aula escolar donde la exigencia se fija en función de los alumnos menos dispuestos al aprendizaje. Porque los más talentosos se aburrirán y acabarán buscando otra escuela que se adapte mejor a sus expectativas.

QUINTO.- Comparte y rota el poder

Sé que esto suena extraño. Las jerarquías pronunciadas se han relacionado con una menor satisfacción laboral y motivación. También con la reducción de la lealtad y un incremento de estrés y ansiedad. En un ambiente de trabajo híbrido eso se acentúa. Y resulta costoso e ineficaz... 

No hace mucho le pregunté a una persona sobre la principal diferencia entre el trabajo tradicional y el trabajo híbrido, distribuido y por proyectos que habíamos creado. Y su respuesta fue muy ilustrativa: ‘Antes gestionaba equipos donde todos los componentes dependían jerárquicamente de mí. Asistía a reuniones donde todos dependían de quien las convocaba. Ahora, menos del 20% de las personas de los equipos de mis proyectos dependen jerárquicamente de mi y asisto a reuniones donde quien las convoca no es mi jefe, ni el jefe de la mayoría de los que asisten. Antes hacía pocas cosas muchas veces, ahora hago muchas cosas pocas veces’. Yo no lo podría explicar mejor.

En un lugar de trabajo tradicional, los equipos suelen estar dirigidos por una persona. Pero en un entorno virtual, una estructura de poder centralizada es en realidad menos eficaz. El poder de los equipos de alta confianza en realidad cambia entre los miembros según la etapa del proyecto. Nuevamente es una cuestión de confianza. Así pues, debes asignar responsabilidades en función de la especialidad de los aspectos a gestionar, más allá de la jerarquía. No te olvides de permitir que las decisiones se tomen en el nivel más bajo posible y, sobre todo, no te entrometas. Recuerda que al final del día los grandes líderes no son responsables del trabajo, son responsables de las personas que son responsables del trabajo.

Conviértete en Edward Teach.

Más conocido como Barbanegra.  Por lo general, asociamos a los piratas con la violencia, el robo y el caos. A pesar de la leyenda, las naves piratas durante su edad dorada (siglo XVII) gestionaban sus equipos de formas sorprendentes. Practicaban una forma revolucionaria de democracia. Para mantener el barco funcionando sin problemas y desalentar la revuelta, elegían a su capitán democráticamente. Limitaban su poder y garantizaban a los miembros de la tripulación tener voz en los asuntos del barco. El capitán y la tripulación votaban sobre todos los aspectos relevantes, a dónde ir, a quién robar, el destino de los prisioneros... Con suficientes votos, la tripulación podría degradar o incluso despedir al capitán. Cualquier pirata podía presentar quejas o propuestas sin temor a represalias, ya que los miembros de la tripulación estaban protegidos por los 'artículos' -una especie de constitución redactada para cada barco-. Estos ‘artículos’ se formaban democráticamente y requerían un acuerdo unánime. Salvando las distancias, no está tan lejos de aquello que aconsejamos ahora para la gestión de equipos remotos.

Relájate y disfruta.

Recuerda: ya no eres responsable del trabajo, ahora eres responsable de las personas que son responsables del trabajo. Eso significa que cuando todo está bien tienes que dar todo el protagonismo a tu equipo, pero cuando todo sale mal tienes que asumir toda la responsabilidad. No es fácil. El truco es practicar a cada momento, a cada día. El liderazgo es una habilidad como cualquier otra. Si lo practicas todos los días, serás un líder fuerte. Si lo dejas de practicar, te conviertes en un líder débil.


Competencias que necesitas para ser un emprendedor de éxito

En la 4ª Revolución Industrial la velocidad de los cambios es exponencial. En este contexto, de acuerdo con el informe “The Future of Jobs” del World Economic Forum 2016, en muchas industrias y países, las ocupaciones o especialidades más demandadas no existían 10 o incluso hace cinco años, y el ritmo del cambio tiende a acelerarse. Ahora, estamos viendo desarrollos en tecnología (genética, inteligencia artificial, robótica, nanotecnología, impresión 3D y biotecnología) que hace unos años parecían imposibles.

Esta nueva realidad afectará radicalmente a nuestras profesiones y si deseas emprender proyectos empresariales, debes tener en cuenta un conjunto de habilidades emergentes:

  • Escucha activa: En la época de la hiper-comunicación es fundamental permanecer atento a los mensajes del entorno. Generalmente el emprendedor excelente es aquel que entiende que escuchar es más importante que hacerse escuchar.
  • Espíritu innovador: Ser “el mejor” es un concepto subjetivo, ser “el primero” es un concepto objetivo. La agilidad ha llegado a los negocios para quedarse (y para acelerarse) de modo que tendrá más oportunidades el emprendedor que se mantenga abierto a innovar en cada faceta de su vida, que entienda que las oportunidades “se crean”, no “existen”.
  • Planificación estratégica: Las nuevas tecnologías y el uso intensivo de las redes sociales han menoscabado la capacidad de planificar de las nuevas generaciones. Pero en el ámbito de los negocios mantener espacios personales para la planificación mejora las habilidades de improvisación y, sobre todo, previene dificultades futuras. Y en ese proceso mantener un método es crucial.
  • Impacto e influencia: En el mundo actual, las empresas, sus productos y sus servicios se difunden mediante impactos emocionales. Así, sea cual sea su negocio, el emprendedor que sea capaz de persuadir desde las emociones tendrá una ventaja competitiva clara respecto de la competencia.
  • Networking: El concepto de comunidad está invadiendo el management. El individualismo funcional está en total decadencia porque la era del conocimiento requiere de profesionales que sepan conectar, compartir y colaborar con otros profesionales para crecer juntos y trasladar ese crecimiento a sus proyectos. Recuerda que compartir conocimiento no es perder parcelas de poder sino ganar experiencias para crecer y evolucionar.
  • Sostenibilidad: Tiene que ver con el largo plazo, algo complicado porque vivimos en la época de lo efímero. Pero el emprendedor debe tener un norte (que su proyecto perdure en el tiempo) y para ello debe aprender a tener en cuenta cuán sostenible es su proyecto.

Estas son algunas reflexiones que pueden hacer aquellas personas que quieren desarrollar proyectos de emprendimiento (o intra-emprendimiento) para alcanzar un éxito sostenible en el tiempo.


Cómo potenciar la creatividad de tu equipo

No es lo mismo creatividad que innovación. La creatividad es la capacidad de generar nuevas ideas o conceptos, o de nuevas asociaciones entre ideas y conceptos conocidos, que habitualmente producen soluciones originales. La innovación es la creatividad aplicada, es decir, aquella que se traduce en nuevos productos, servicios o procedimientos, que realmente encuentran una aplicación exitosa. En definitiva, como dice Xavier Marcet, ‘La innovación consiste en poner el futuro en la agenda del presente’.

Por lo tanto, cuando en una empresa o equipo conseguimos generar un entorno creativo que se traduce en innovación, probablemente habremos obtenido una ventaja competitiva clara: La creatividad innovadora.

A continuación expondremos algunas fórmulas con las que puedes potenciar la creatividad innovadora en tu empresa:

1.- Mantén una actitud abierta a lo nuevo. La creatividad empresarial necesita de un líder que busque alternativas a las situaciones existentes (creatividad reactiva) o que formule soluciones a problemas que se puedan presentar en un futuro (creatividad predictiva). El líder creativo es aquel que es capaz de cuestionarse absolutamente todo, anotando áreas de mejora, nuevas tendencias, asistiendo a sesiones de networking fuera de los muros de su sector, y entendiendo que debe ser un potenciador de la tecnología como agente de cambio.

2.- Organiza tu empresa de forma multidisciplinar y transversal. No importa que tu empresa tenga tres o tres mil empleados, los silos funcionales constituyen uno de las barreras más importantes para una organización creativa. Aunque cada miembro del equipo debe tener una responsabilidad específica, intercambiar tareas entre ellos cada cierto tiempo permite obtener puntos de vista diferentes y poner en “crisis” ideas y procesos hasta entonces inamovibles.

3.- Fomenta el debate y el networking. Los procesos de innovación deben ser abiertos y participativos. Las reuniones de debate deben tener las siguientes características:

  • Al inicio deben fijarse los objetivos generales y los entregables que se pretenden.
  • Estar compuestos por grupos diversos que puedan aportar diferentes sensibilidades y puntos de vista.
  • Carecer de jerarquía ni burocracia (peer-to-peer). El líder debe permanecer a la escucha reconociendo el esfuerzo y las aportaciones, acertadas o no.
  • Al final debe establecerse un resumen con las conclusiones y la fecha de la próxima cita. Para conseguir la agilidad necesaria, mejor más reuniones y más cortas.

4.- Escucha las necesidades de tus grupos de interés y está atento a la experiencia de cliente. La mayoría de las empresas se limitan a escuchar la voz del cliente. La empresas creativas han conseguido determinar sus grupos de interés e iniciar fórmulas que permitan estar atentos a sus opiniones, demandas e inquietudes. Para ello procuran tener sesiones periódicas de focus group e intentan que su reingeniería de producto o servicio parta precisamente del usuario final. De esta forma, miden la experiencia de usuario y lo implican en el diseño de los mismos (muchas veces utilizando el design thinking, técnica que ha pasado del diseño al management, con grandes resultados).

5.- Sitúa tu empresa entorno abierto de trabajo. La creatividad no aparece en entornos grises, cubículos o despachos cerrados, ni tampoco delante de una hoja de cálculo. Las empresas creativas se organizan entorno a espacios abiertos de trabajo (incluso en coworking, donde existe la posibilidad de hacer benchmarking con colegas de otros sectores). También procuran mantener zonas de reunión donde los asistentes puedan expresarse acompañados de un café y una pizarra. Además, disponen de espacios de relajación donde reflexionar, acompañados de políticas de bienestar y promoción de la salud. Puedes leer más al respecto en nuestro post "Cómo llegar a ser una empresa saludable".

En resumen, la creatividad innovadora es una actitud que, trabajada convenientemente, se puede llegar a convertir en nuevos productos, servicios y procesos que generen una ventaja competitiva.


5 causas que pueden arruinar tu negocio y como evitarlo

La nueva era postcrisis ha logrado convertirse en un ecosistema generador de oportunidades empresariales y nuevas start-ups. En este post te explicamos las cinco causas principales por las que puede fracasar tu proyecto, que son aplicables tanto si eres un emprendedor como si eres un gestor de proyectos en una empresa consolidada.

No siempre el deseo de construir un nuevo proyecto empresarial significa alcanzar el éxito, y menos al primer intento. De hecho, el 50% de los proyectos fracasan antes de llegar al primer año de vida. En cualquier caso, el fracaso puede ser una oportunidad de mejora y a menudo es la semilla de un éxito futuro.

Entre las principales causas del fracaso temprano en el proyecto empresarial propio encontramos:

  1. Por un déficit de conceptualización. En primer lugar debes tener clara la visión de hacia donde quieres ir y los cuatro o cinco objetivos que quieres conseguir. Escríbelo, reúnete con grupos de interés y procura ir readaptando esa visión en función del feedback que recibas. Piensa que muchas veces el proyecto empieza a fracasar en la etapa inicial, bien porque no es lo suficientemente novedoso o diferente a lo que ofrece el mercado, bien porque no es capaz de poner el foco en la necesidad real del cliente potencial con lo que no sabe encontrar su nicho de mercado. Para evitarlo haz participar a tus clientes potenciales en esta fase del proceso. Para ello puedes ayudarte de la metodología “design thinking”.
  2. Por carecer de una metodología. Recuerda que sistematizar los pasos a seguir y realizar un seguimiento permanente de los mismos debe ser una de tus responsabilidades principales. De esta manera podrás identificar si se están cumpliendo las expectativas y los plazos y dónde se necesitan más recursos para completarlos.
    En la gestión moderna de proyectos hay un concepto que sobresale por encima de los demás: Agilidad. Como dice Xavier Marcet “la agilidad busca atajos responsablemente, usando automatismos y simplificaciones que permiten avanzar más rápido sin conculcar la esencia que inspiró los procesos”. Para conseguirlo utiliza metodologías ágiles (Scrum, KanBan, DevOps, etc).
  3. Por equivocarte en la elección de tu equipo. Para conseguir tus objetivos de negocio, debes escoger socios con intereses y expectativas alineadas con las tuyas. Y recuerda que todas las personas que forman parte del equipo deben tener la responsabilidad de asegurar que el proyecto sea exitoso. Para ti, como manager, la coordinación del capital humano debe ser tu prioridad, porque incidirá directamente en el resultado. Para ello, no olvides utilizar niveles de delegación adecuados, una escucha activa y gestión compartida del conocimiento con todos los miembros de tu equipo. Puedes leer más sobre el tema en el post 'Cinco ideas para conseguir un equipo de alto rendimiento' en este mismo blog.
  4. Por subestimar los recursos económicos necesarios. Es fundamental que las estimaciones de costes asociados sean realistas desde el principio. Como sabes, cuando los recursos económicos se agotan, el proyecto se detiene. Para prevenirlo es necesario realizar un seguimiento permanente de gastos y ser muy activo en las búsqueda de financiación. Recuerda que como fuentes de financiación puedes recurrir al mercado tradicional de crédito o acudir a fuentes alternativas cada vez más activas. En este sentido, crowdleanding, crowdfunding o business angels pueden ser fórmulas muy adecuadas. Y no te olvides de acudir a la ayuda de los diferentes organismos públicos de ayuda al emprendedor o a la capitalización de subsidios (como el de desempleo).
  5. Por no darle suficiente importancia al plan de marketing o ventas. Apalancar tu estrategia de marketing exclusivamente en el boca-oreja quizás sea suficiente durante las primeras semanas o meses. Pero necesitarás una estrategia eficiente e innovadora para tener más clientes y garantizar la solvencia del proyecto. Adopta una estrategia de inbound marketing como parte integrantes del proyecto y te asegurarás una adecuada integración del plan de marketing en la propia estrategia del proyecto.

En definitiva, ser sólo un creativo con una idea genial ni remotamente garantiza el éxito del proyecto. Como se desprende de una rápida lectura de los motivos anteriores, la mayoría de las veces el éxito de tu negocio depende en gran medida de tus competencias personales. La buena noticia es que las competencias se desarrollan, por lo que el reto es consolidar el nivel adecuado y adaptado al entorno de negocio.


Como llegar a ser una empresa saludable

En las empresas avanzadas la promoción de la salud y el bienestar en el trabajo son tareas urgentes que abordan con un doble objetivo: tener trabajadores más sanos y mejorar su competitividad. Si te consideras en ese grupo, en este post te vamos a dar algunos consejos prácticos para que puedas implantar una cultura de empresa saludable.

Hasta hace unos años, algunas empresas todavía entendían que respetando la normativa en prevención de riesgos laborales cumplían con su responsabilidad a la hora de generar entornos de trabajo más seguros y saudables. Hoy, ya nadie duda que los trabajadores saludables son tres veces más productivos que los no saludables, y tienen menos absentismo. Así pues, el bienestar en el trabajo se posiciona como un arma fundamental en la guerra por el talento y la competitividad.

Definitivamente, el bienestar en el puesto de trabajo es una buena estrategia empresarial. Pero muchos empresarios nos preguntan cómo abordar políticas de wellbeing activo que den resultados a medio plazo. No se trata de una tarea fácil, porque hay múltiples factores que afectan a la salud y las posibilidades de incidir en ellos no es infinita. No obstante, partiendo de nuestra experiencia, a continuación encontraréis algunos de los secretos para conseguir que tu empresa alcance la categoría de empresa saludable.

1.- Interésate por el estado de salud de tus trabajadores y trata de sistematizar su análisis. Empieza elaborando un estudio demográfico de tu plantilla (edad, género, antiguedad, etc). Revisa el estudio el estudio de su patologías más frecuentes en función de las enfermedades que son más prevalentes. Con él sabrás de que enferman más tus trabajadores y tendrás una base para empezar a trabajar. Otros informes a tener en cuenta son el estudio epidemiológico (información agregada de los resultados de los exámenes de salud realizados a tus trabajadores) y el estudio de riesgos psicosociales (análisis que deberías tener cada cierto tiempo).
Complementariamente, o si tu empresa es muy pequeña y no te quieres líar demasiado, utiliza una fórmula muy sencilla: realiza una encuesta anónima sobre aquellos aspectos de salud sobre los que cada trabajador estaría interesado en mejorar.

2.- Diseña e implanta campañas de promoción de la salud orientadas a la reducción de las patologías más frecuentes por colectivos y de las que se podrán beneficiar el mayor número de trabajadores. Piensa que las campañas deben estar orientadas a las necesidades de tus trabajadores, en función de los estudios que hayas analízado. A continuación te proponemos algunas pautas con tres ejemplos muy frecuentes:

a) Patologías musculo-esqueléticas. Todavía hoy las relacionadas con las lumbalgias son las más frecuentes. Para prevenirlas es muy aconsejable abordar de forma activa aspectos posturales o de manipulación de cargas, según el sector en el que te manejes. Existen contenidos formativos y folletos informativos de entidades de prestigio en internet que, con muy poco esfuerzo, puedes adaptar a tu empresa.
b) Patologías cardio-vasculares: El sedentarismo es una auténtica plaga de nuestro siglo y algunas investigaciones han identificado el puesto de trabajo como uno de los principales ambientes donde se produce el comportamiento sedentario (allí estamos un promedio de cinco horas y cuarenta y un minutos sentados). Para el correcto abordaje de las enfermedades cardio-vasculares asociadas debes conocer los niveles de sobre-peso en función del Índice de Masa Corporal (IMC) de tu plantilla. Si tienes puestos de trabajo sedentarios y una plantilla con sobre-peso, debes ponerte a trabajar de forma urgente. A continuación te ponemos como ejemplo dos tipos de campañas:

  • Fomento del deporte: Puedes poner carteles para que la gente utilice las escaleras, fomentar que tus trabajadores utilicen la bicicleta para venir al trabajo (espacio para dejarlas, duchas en vestuarios,…), organizar competiciones deportivas con otras empresas o inscribirte en algunas de las APP de salud que ofrecen paquetes corporativos.
  • Alimentación saludable. Para empezar, debes eliminar la comida no saludable de tus oficinas (sobre todo si tienes máquinas de vending). Pero también es conveniente que publiques pautas para comer más sano con recetas saludables e, incluso, concursos entre empleados.

c) Patologías psicológicas: Aunque no son las más numerosas si que son las de las que mayor duración (por detrás de las oncológicas) porque es difícil para los facultativos determinar cuando la persona ha sanado. Algunas de estas pueden tener una causa en el ámbito del trabajo.

3.- Fomenta la comunicación en la materia. En ella han de estar implicados directivos, mandos intermedios, sindicatos y grupos de trabajadores con problemáticas similares. Desde luego que las directrices de la Alta Dirección o de la propiedad son fundamentales, pero muchas veces olvidamos que los mandos intermedios son la verdadera correa de transmisión de las políticas. Muchas empresas grandes y no tan grandes nos piden que les ayudemos a convencer a sus mandos de la necesidad de sumarse al wellbeing. Adicionalmente, este tipo de políticas fomentan el employer branding o marca de empleador, algo que es muy importante en la batalla por el talento. Al respecto existen fórmulas para ganar reputación al respecto, como optar a una certificación de un tercero.Y no olvides crear un cuadro de mando que pueda monitorizar el grado de avance en la materia.

4.- Diseña los espacio de trabajo teniendo en cuenta aspectos relacionados con el fomento de la salud de los trabajadores. que faciliten el movimiento y la interacción entre los miembros del equipo. El concepto de oficina abierta no es nuevo pero es necesario si se quiere implantar la colaboración en los equipos de trabajo. Ten en cuenta que las paredes de las oficinas están cayendo y las jerarquías se vuelven más planas en todos los negocios. Esto no es una moda pasajera sino el camino adecuado para conseguir empleados más colaborativos. Los servicios de valor añadido para el empleado aumentan su compromiso. Por lo tanto, salas privadas, cabinas telefónicas, áreas de descanso o de trabajo colaborativo, coffe corners, etc, promueven que las empresas puedan considerarse como una unidad social. Puedes aprender más de todo ellos leyendo el informe de Steelcase El compromiso y el espacio de trabajo global o el de la consultora Deloitte “The Digital Workplace”.

Implantar políticas de bienestar del trabajo es una buena estrategia de negocios que reduce el absentismo y aumenta la productividad. Cada vez hay más convencidos de ello. Por ejemplo, el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene de España ha cambiado su denominación para pasar a ser el Instituto Nacional de Seguridad, Salud y Bienestar en el Trabajo. El Real Decreto 703/2017, de 7 de julio, que regula dicho cambio de denominación establece que el mismo se hace con el fin de ‘adaptarla a la demanda de una sociedad cada vez más sensibilizada y exigente con la seguridad y salud en el trabajo como parte fundamental del bienestra social’

Por otro lado, las mutuas colaboradoras de la Seguridad Social tienen una dilatada experiencia en aconsejar a las empresas españolas sobre prevención. Puedes aprender más de ello vistando el microsite de Asepeyo, a propósito de la gestión del absentismo.

¡Bienvenidos a la cultura del wellbeing en el entorno laboral!


Cómo conseguir presentaciones de alto impacto

Uno de las situaciones más delicadas a las que tiene que enfrentarse un profesional es la realización de una exposición en publico. A continuación aportamos algunas recomendaciones para que tu presentación tenga un alto impacto y efectividad.

1.- Preparación. Esta es una fase crucial, a la que no siempre se le da la importancia necesaria. Debes crear un contenido único para cada público, demostrando que conoces el sector en la que se ubican la mayoría de oyentes. De esta forma captarás mejor su atención y generarás la sensación de un contenido especialmente diseñado para ellos.

  • Concreta la idea-fuerza. La idea fuerza debe poder explicarse en breve espacio de tiempo, entre 30 y 60 segundos. Tras ella, debes ser capaz de conceptualizar las ideas secundarias.
  • Gestiona el guion de la presentación; con introducción, nudo y desenlace. La introducción debe servir para dejar claros los objetivos que se persiguen. El nudo es el cuerpo de lo que se quiere explicar y el desenlace es el resumen. No olvides que muchas presentaciones fracasan porque arrancan con el nudo (la audiencia no tiene claros los objetivos y los tiene que averiguar en el transcurso de la presentación) o se olvidan del desenlace (y entonces no concluye el relato).
  • Busca un titular atractivo. Es muy importante, sobre todo si necesitas captar la atención de potenciales oyentes. El titular debe ser directo y capaz de exponer el contenido en un máximo de diez palabras. Si no es posible hacerlo lo mejor es acompañarlo de un subtitular que acabe de centrar el mensaje.

2.- Diseño de la presentación. A la hora de preparar el apoyo gráfico a nuestra presentación debemos tener en cuenta que ha de ser simple y visual (con poco texto). Los asistentes o leen o escuchan, pero es muy difícil que hagan ambas cosas al mismo tiempo.

  • Escribe primero lo que se quieres transmitir en papel. Escoge una idea por “diapositiva”, huyendo de viñetas, balas o múltiples ideas.
  • Escoge un buen programa de presentaciones. Hay vida más allá del PowerPoint e Ignacio Santiago nos lo muestra en su post “15 herramientas online para crear presentaciones profesionales”.
  • Elige metáforas visuales. Buscar fotografías que representen el mensaje que se quiere transmitir con cada idea. Debemos tener cuidado con no vulnerar la propiedad intelectual con las imágenes escogidas.
  • Utiliza fondos neutros, fuentes sans sarif (arial o verdana, preferentemente) y no mezcles fuentes. Destaca las ideas-fuerza con negrita o con tamaño o color diferentes (huye del subrayado). No abuses de las animaciones.

3.- Presentación oral. Ha llegado la hora de la verdad, cuando se pone en evidencia el trabajo realizado.

  • Intenta conectar emocionalmente con al audiencia. El éxito de la presentación depende en gran manera de que despiertes sus emociones, de que les hagas “sentir” y logres que se entusiasmen.
  • Ensaya, pero no permitas que tu presentación pierda espontaneidad. En mi experiencia es importante ensayar especialmente dos momentos: la primera y la última frase. La primera es importante para captar la atención de la audiencia y debe transmitir seguridad, energía y compromiso con lo que vas a exponer. La última debe constituir un epílogo sobre el que la audiencia puede extraer las conclusiones o el resumen de la ponencia.
  • Pide feedback en varios momentos de la presentación. Tienes que considerar que uno de los elementos más importantes para captar la atención de la audiencia es solicitar en varias ocasiones si se ha entendido el mensaje expresado
  • Estudia tu lenguaje no verbal. Los expertos coinciden en que el la comunicación personal influye tanto lo que se dice como lo que se transmite sin palabras. Es muy importante utilizar gestos y posturas que potencien el mensaje huyendo de aquellos que puedan considerarse agresivos. Si quieres aprenderlo todo sobre este aspecto puedes leer el libro de Flora Davis “La Comunicación no Verbal”.

Finalmente, conviene recordar que la presentación no acaba con la última frase ante la audiencia. Pedir feedback a los asistentes (directamente o a través de encuestas de opinión) o apuntar sensaciones y aspectos que corregirías, te ayudarán a generar áreas de mejora sobre las que trabajar para siguientes ocasiones.